... Ossain fue esclavo 

La historia revela que ossain era esclavo de orunmilá y rechazaba cortar las hojas que tendrían incontables utilidades en el mantenimiento de la salud de las personas: hierbas que curan fiebre, los dolores de cabeza y los cólicos. Tomando conocimiento del hecho, Orunmilá quiso ver cuáles eran las hierbas de tan grande valor. Convencido del conocimiento de Ossain, Orunmilá percibió que él podría serle útil y lo mantuvo para siempre a su lado para las consultas.

... los secretos de las hojas le pertenecen. 

Xangô, cuyo temperamento es impaciente, guerrero e impetuoso, irritado por no tener los conocimientos secretos sobre la utilización de las hojas, hizo uso de una treta para intentar usurpar de Ossain la propiedad de las hojas. Habló de los planes a su esposa Iansã, la señora de los vientos. Le explicó que, en ciertos días, Ossain colgaba, en una rama de Iroko, una calabaza contiendo sus hojas más poderosas. "Desencadene una tempestad bien fuerte en uno de esos días", le dijo Xangô. Iansã aceptó la misión con mucho gusto. El viento sopló en grandes ráfagas, llevando el tejado de las casas, arrancando árboles, quebrando todo por donde pasaba y, el fin deseado, soltando la calabaza de la rama donde estaba colgada. La calabaza rodó lejos y todas las hojas volaron. Los orixás se apoderaron de todas. Cada uno se hizo dueño de algunas de ellas, él comenzó a gritar “we weo, we weo” que significa “las hojas, las hojas”. Pero Ossain permaneció señor del secreto de sus virtudes y de las palabras que deben ser pronunciadas para provocar su acción. Y, así, paso a reinar sobre las plantas como señor absoluto. Gracias al poder (axé) que posee sobre ellas. 

... el nombre de las plantas 

Òrúnmílá da a Òsanyìn el nombre de las plantas. Ifá fue consultado por Òrúnmílá que estaba partiendo de la tierra para el cielo y que estaba yendo a atrapar todas las hojas. Cuando Òrúnmílá llegó al cielo Olódùmaré dijo, he ahí todas las hojas que quería coger que hará con ellas ? Òrùnmílá respondió que iría a usarlas, dijo que, iría a usarlas para beneficio de los seres humanos de la Tierra. Todas las hojas que Òrunmílá estaba cogiendo, Òrúnmílá llevaría a la Tierra. Cuando llegó a la piedra Àgbàsaláààrin ayé lòrun (piedra que se encuentra en medio del camino entre el cielo y la tierra) Ahí Òrúnmílá encontró Òsanyìn en el camino. Preguntó: Òsanyìn donde va? Òsanyìn dijo; "Voy al cielo, dijo él, voy a recoger hojas y remedios". Òrúnmílá dijo, muy bien, dijo, que ya había ido a recoger hojas en el cielo, para beneficio de los seres humanos de la tierra. Dijo, mire todas estas hojas. Él podría hacer remedios (hechizos) con ellas sin embargo no conocía sus nombres. Fue Òrúnmílá quien dio nombre a todas las hojas. Así Òrúnmílá nombró todas las hojas aquel día. Él dijo, usted Òsanyìn cargue todas las hojas para la tierra, dijo, vuelva, iremos hacia tierra juntos. Fue así que Òrúnmílá entregó todas las hojas para Òsanyìn aquel día. Fue él quien enseñó a Òsanyìn el nombre de las hojas atrapadas. ... libre para el mundo Desde pequeño Òsanyìn andaba metido bosque adentro. Conocía todas las hojas, sabiendo emplearlas en la cura de enfermedades y otros males. Un día Òsanyìn resolvió partir por el mundo. Por donde andaba era aclamado como el gran curandero. Cierta vez salvó la vida de un rey, que en recompensa le dio muchas riquezas. Òsanyìn no aceptó nada de aquello; dijo que aceptaría solamente los honorarios que serían pagados a cualquier médico. Tiempos después, la madre de Òsanyìn enfermó. Siendo buscado por sus hermanos y para espanto de estos, Òsanyìn exigió el pago de siete cauris por sus servicios, pues no podría trabajar para quienquiera que fuera en el mundo, sin recibir algo. Aún contrariados los hermanos le pagaron los siete cauris y su madre fue salvada. Òsanyìn curó a la madre y siguió camino, pues él es la hoja y tenía que estar libre para el mundo. 

…Se lleva a Oxossi 

Oxóssi como siempre fue muy observador, y quiso aprender los misterios y poderes de las plantas con Ossãe, orixá dueño de los poderes de cura de las hojas, que cierta vez lo hechizó, llevándolo para el fondo de la floresta a fin de tener compañía. Iemanjá, su celosa madre, enfureciéndose, mandó que Ogum fuera recoger su hermano en la floresta y lo arrancara de los hechizos de Ossãe. Ogum así lo hizo, pero como Oxóssi se negase a volver al hogar, y al volver desafió a su madre, esta le prohibió vivir dentro de la casa, dejándolo afuera. Como había prometido al hermano ser siempre su compañero, Ogum fue a vivir también del lado de fuera de casa. Oxóssi se hizo el mejor de los cazadores y dice el mito que fue él quien libró Araketu, su ciudad, de un gran hechizo de las peligrosísimas ajés (hechiceras africanas) Iyami Oxorongá, que se transforman en pájaros y atacan las personas y ciudades con enfermedades y miseria.